Pasan los años...
Sigue la vigencia.
Será que es mía?
Uno aprende a quererla.

Poesía

La entrega

Tiembla mi voz y el pulso.
Perdona, tu.

No es la emoción de poner en tus manos
una muestra humilde de mi castigada capacidad.

Tengo, has de saber,
motivo de fiebre, de luz, de ser.

Tienes, tengo entendido,
antecedente suficiente para entender.



Hoy quisiera hablar de luz

Hoy quisiera hablar de luz
y decirles que la envidio
porque sé que ha tocado rincones muy lejanos y secretos.

Sé que existen espacios
tan profundos
tan...
tal vez tan solos...

La luz que no ha llegado allí.
La llevo yo solo con pensarlo.



Tus ojos

Tus ojos son dos esmeraldas
que brillan sobre la nieve tersa de tu faz.


Ayer estuviste aquí

Ayer estuviste aquí;
estuvo tu mano, tu mirada,
estuvo tu recuerdo de pasadas estancias porque no hiciste nada nuevo.

Solo llegaste.



El agua corre

El agua corre por doquier.
No la detiene nada,
ni siquiera la propia agua.
No hay forma de evitar su andar.

Su paseo girito la hace ir corriendo.
No va despacio
no va nunca lento
pareciera que corriera,
que tuviera esa prisa que hace en tanto idioma
que el agua corra.

La vida es como agua que corre por doquier
en una carrera que no se detiene sin saber porqué detenerse.

A veces me detengo a mirar el espacio, el paisaje,
la compañía en la carrera.
Es un detenerse a ver la vida y a ver la vida propia
pero la vida misma no se detiene y sigue su carrera.

Heme aquí hoy, lápiz en mano, no puedo correr,
no se a donde ir.

Pero mi vida sigue su carera como el agua.
Como el agua.
Como el agua.


Si, yo fui

Si, yo fui.
Yo fui aquel que supo la verdad de lo nuestro y lo calló.
Yo fui aquel que dijo lo que dijo
y escribió lo que escribió,
y yo fui aquel que calló lo que callé.

Si, yo fui,
y lo hice sabiendo,
confiando,
esperando
que llegara el momento de decirlo,
un momento que nunca llegó
y que cuando llegó el momento
supe seguir callando.

¿Si fuera mejor que lo dijera?
¿Mejor aun que lo callara?

Mejor fue haber pasado el tiempo en ese silencio
que lo dijo todo para uno y nada para ambos.

Así había sido tu silencio
que soporté tan bien.

Tan bien que mi silencio fue mejor,
fue mejor,
fue mejor.



Un solo no fue suficiente

Un solo no bastó;
un solo no.

Un solo no fue suficiente
y todos tus sí’s ya no fueron nada.

Uno solo de mis no’s
y se derrumbaron todos tus si’s
y mis si’s
y nuestros si’s.

Ja, já; ¡solo uno de mis no’s!

Tan fácil, tan sincero, tan real, tan limpio.

Todo había durado tanto
y habíamos aguantado tanto
y había dolido tanto.

Y un solo no mío, fue suficiente.



Pésame 1

El viento trajo en un susurro las malas nuevas.
No hubo forma de evitar que revelara
la noticia del dolor profundo
que se calla por propio y por áspero.

Los vientos no tienen palabra
y tal vez, en su sapiencia,
nos enseñen el camino adecuado
para tratar al amigo
con brisa... con susurros.




Pésame 2

Amigo padre de familia,
la escuela está en silencio,
guarda en su aroma olor a pena,
una luna discreta respeta la penumbra.

Hoy no hay risas.
Alguien ha partido.
Ya no estará más con nosotros.

En el firmamento hay una nueva estrella.
Bajo su luz una ilusión, un afecto, un recuerdo...

Para el amigo de nuestros hijos y su familia,
nuestro cariño.



En ambiente de verdad

El ambiente era pesado y no importaba.
El ambiente era el ambiente.
Era una paz forzada a serlo.

El ambiente era pesado y lo habíamos ido tolerando.
Era esa realidad que era buena porque era la verdad.
Era una verdad buena porque era la realidad.
Era una verdad buena que era esa verdad que era.

Era la verdad y no era buena porque no era.
No era buena porque no era la verdad.

La verdad siempre ha sido la verdad
y la verdad es buena por eso.
Por ser.
Por ser buena.

Pero esta no lo era.
Sólida y consistente

Así debía de ser, sólida y constante.

Así debía de ser.
Todo cambio, toda suerte, toda aventura
debía ser suprimida del habla cotidiana
si no cumplía con ser sólida y consistente.
Así había sido diseñada la historia de la patria.
Sólida y consistente. A prueba de dudas.

Como la conducción de la patria.
A prueba de dudas, sólida, constante.
La conducción de la patria era su historia,
era su mandato, su exitosa revolución y su propiedad.

Pero tuvieron un error.
Se olvidaron que la historia no siempre acompaña al quehacer.
A veces la historia se va por su lado.

Se olvidaron tanto de la autonomía de la historia,
que cuando se dieron cuenta que todo estaba perdido,
se hicieron una cicatriz tan grande, tan grande,
que se llamaron oposición
y quisieron actuar como tal.

Pero ya estaban derrotados.

Quisieron recuperar los éxitos del pasado.

Algunos valientes lo intentaron,
o solo eran los inocentes del pasado.

Hablaban fuerte,
querían regresar,
encontraban mentiras para afianzarse,
pero estaban derrotados.

Una derrota sólida y consistente.



Soy cristiano católico

Creo en ese mismo Dios en el que creen todos los hombres. Es un Dios creador, omnipotente, omnipresente, eterno y todopoderoso.

Es un Dios bueno que muestra su poder.

Un Dios de amor,
con su carácter.

Mi Dios es responsable de la furia del mar y del viento. Su obra grandiosa no está exenta del rugido de un temblor o de un río muy crecido.

Mi Dios hizo hombres inteligentes y bravos y les dio tal libertad que pueden obrar mal en extremo y Él lo permite.
Yo creo que mi Dios es el mismo que Yahvé y Mahoma y el Dios de los negros, y de los amarillos y hasta de los laicos. Mi Dios es todos los dioses buenos de Japón y de la India y todos los Dioses buenos de Atenas y de Roma y del Anáhuac.

Mi Dios es el Dios universal: el Dios católico.

Mi Dios, el mío, se hizo hombre y se vino a pasear entre nosotros, y se quedó a su modo de quedarse. Y los hombres libres e inteligentes lo quieren y lo siguen con fe y con emoción y con angustia de no cumplirle a Él...

Y los hombres con su libertad le han hecho cosas y casas diferentes, le han hecho iglesias y religiones y pelean entre sí por ver quien le adora mejor. Y lo han diferenciado y parece que hubiera muchos varios Dioses distintos, uno mejor que otro compitiendo por sus seguidores.

Pero solo hay un dios; el mío, que es el dios de todos.


Un bout de sein, un baiser

Fue como un roer inexpresivo.

Era un frotar de suaves timbres.
En lo profundo del silencio
una alarma, un ulular,
un gruñido que pasó de áspero a ser la expresión de la vida.

Nació en prístino instante
y provocó en su acción elemental de sorber, de tragar,
de hacer gárgara,
el placer de ser mujer.



Dudé en hacerlo

Era una margarita tan pequeña
con pétalos tan delicados y chiquitos...

Imposible deshojar
una maravilla así.

Pero había que saber: era sí o era no;
esa angustia del: ¿me quieres...?

Mucho pensar.

Fue mejor seguir dudando de tu amor.


Las olas del mar

Embate de varón que tiene ritmo y gula
golpe lúbrico incesante
de línea de viento que llega de allá...
de donde llegan... las cosas... que gustan
por nuevas, por viejas, por sabidas o ignoradas.

Golpe de tambor que late al llegar y al retirarse
y que regresa en un instante para ser empujado de nuevo
por si mismo
por el siguiente

y por el que viene detrás con más fuerza, con más;
con deseo de que esto nunca terminara
que la llegada y el retroceso de ser incesantes
en eternos se volvieran.

Con el goce de saber en el momento
lo que de gusto por el hacer queda,
llevando y retirando la humedad
que es, lo necesario y la necesidad y el resultado...

Es la humedad de esas grandes olas
que eso son, oleadas,
razón del sentirse ser,
razón del embate de varón
que tiene ritmo y gula
de línea de viento que llega de allá.



Un color

Violeta
Visiones
Variantes

Tonalidades violáceas
de cielo que anochece,
de aroma tenue,
de flor viva.

Color violeta de nube rala sobre un mar que
se va a acostar
temprano.



Plata en la luna

La luna se ha vuelto una obsesión...
La luna llena.
La conozco de toda la vida
roja, azul, plata, blanca,
con mar, con montaña, con nubes, contigo...

La he visto crecer y desvanecerse en una sola noche
y la he visto alto en el cielo a plena luz del día,
como uña árabe y como liebre azteca.

He dejado de verla sabiendo donde está
por una mancha de luz discreta,
y la he visto enjoyada cargada de luceros como tu.
Luna que ha guiado pasos por la senda nocturna
y ha mostrado el claro más adecuado para descansar
y verla descender,
y ha marcado fechas y se ha vestido de plata para mí.

Ahora quiere ser recordada y se viste de plata...
para nosotros.



Quiero tiempo para escribir un verso

uno que pueda presumirte que ha quedado bien por ti.

Un verso que te llene de emoción o de tristeza y que te lleve un algo que te signifique mi presencia.

Un verso que deje una línea en tu memoria
que decidas conservar por donde quiera que la vida te lleve;

un verso que te reanime, que sea mi estancia en tu alma
o mi voz en tu conciencia o mi seguro en tu futuro.

Quiero escribir, para saber estar para ti en la distancia.
Quiero escribir el verso que te defina que te quiero.

Quiero ser autor de dos o tres palabras
que lleves escondidas,
que te hagan dudar...
que al recordarlas sí cometas adulterio.

Quiero estar lejos, quiero estar allí siempre, callado o aullando.

Quiero un instante contigo y con tu vida y tu secreto que soy yo.

Quiero que mi verso te haga feliz.

Quiero ese tiempo infinito
para serte recordado.


Olimpia de Ojo Azul

No solo eras más inteligente que bonita
eras audaz y valiente y abierta y bonita
y eras más que mujer de tu tiempo
y ya entonces eras mucho más que solo una mujer.

Eras eso que ayer todo mundo buscaba
pero estuviste adelantada al tiempo
y ahora que el mundo te ha alcanzado
te percibo ya otra; no la de ayer, solo otra.

Fuiste tanta influencia.
Te vi tan grande y tan cerca.

Y te perdí.

No eran los tiempos adecuados, nos faltaban años;
y cuando los años pasaron para que llegaran los tiempos,
ya no fueron los tiempos adecuados.

Grande, si. Muy grande, no. Solo grande como siempre fuiste,
como me quisiste si es que me quisiste,
como me hiciste querer ser tuyo,
que nunca supe si lo fui.

Porque era ese tiempo en el que uno no sabía...

y lo que sabía lo perdí.



Vanidad

Te imagino desnuda recibiendo a mi papá
y el producto que allí hicieron...

Estoy muy contento.


Tu fuiste la primera

Allí estaba yo, expuesto a la mirada de todos en uno de esos ejercicios de escuela que te ponen al frente para hacer lo mismo y mostrar que, sí puedes o no.

Me entregaste... no, te entregaste en dos pasos que ese día no entendí.

Tu fuiste la primera que me cazó en una mirada de gente que se enlaza... que me atrapó en ese paso de tomar la decisión de decir que si.

Pero yo no lo sabía.

No lo sabía y sigo queriendo sorprenderme de ese uno dos.

Aun sucede que descubro en una cara de luna repentina el gusto de saberme en la mira, de oír que me dicen que si, a una pregunta que yo no he formulado.
Ese: sí, de mujer al varón que confirma que es ella la que elige y él quien claudica, en una acción de uno dos.


Dijiste que no

Surgió esa pregunta en forma de afirmación.

Una declaración de gusto por la persona, la compañía, la emoción, el momento; ese sí que no se incluye, que la gramática implica en el decir y en los puntos suspensivos...

Ese... ya no se si fue me gustas o me entusiasma estar contigo o sabes lo mucho que... seguido de la otra afirmación que era inquirente pero no pregunta, que no exigía respuesta, que solo era atrevida en el momento y llena de la emoción del humano que se comunica con la humana o viceversa.

Eso que fue que sabía que no te era indiferente y que tu contestaste con un rápido no, un rápido no largo y sentido y entregado, y desde la mirada baja con que ya estabas antes de escuchar mis decires y que al levantar el rostro tuyo arrastró el no más bello de la vida, de mi vida, tal vez de tu vida porque no se ni quiero saberlo si antes habías dicho no en ese tono cantarino que me dijo que si, que si, que si, al decir que no, que no, que no.



Esperando

Algo está pasando y yo espero.

Me gusta ver a la gente que pasa mientras espero y que anda por allí.

Veo a esa gente bella, sana, alegre.
Veo esa calidad de ser feliz, veo el momento de estar contenta la gente que veo.

Veo esa faz de dos o tres o uno que es la fachada de la felicidad del momento, del estar en la alegría del estar con un alguien que es una ilusión temporal o eterna.

Veo la realidad de la gente que es como yo, que sueña y añora e imagina. Que quiere y desea y busca y logra. Un poco a la vez.

Solo hoy. Solo este día. Solo un momento, que es el momento que veo.

El momento que imagino que ya pudo ser en la gente que veo.

Me sé igual. Me se vivido en la igualdad de la sonrisa, de la confianza, la tranquilidad del momento, la fuerza, la personalidad, el arreglo, el acercamiento, el tocarse, la mirada, la confidencia, el logro momentáneo, efímero, intrascendente.

Y la oferta, la duda, la aceptación, la complacencia, la angustia, el gusto, la oportunidad única, el decir y el callar. El sí, el no, los tal vez...

Lo veo mientras espero. Me gustan. Los quiero.
Soy igual.


Miedo

Tengo un pendiente que debo resolver,
un miedito guardado que llevo muy adentro
que nunca me olvida.

Un pendientito.



Abrazos

Allá, la música de un radio comprensivo.
Aquí, dos en un abrazo.

Abrazos, solo abrazos, solo un abrazo detrás del otro.

Sin besos, sin palabras, solo la caricia propia de un abrazo que va adquiriendo confianza y atrevimiento que no deja de ser abrazo.

Abrazo de solicitud de persona que comparte y pide y entrega y siente. Abrazo de cuerpos francos advirtiendo turgencias y texturas y figuras adivinadas y figuras figuradas.

Y luego abrazos de frente, de lado, de brazos que abrazan y brazos que envuelven en un abrazo que une rostros y cabelleras y que toca mejillas y entonces un cuello y luego otra mejilla y la otra y luego un rozar de labios sobre piel de rostros que no se ven, que se saben, que se atreven a tocarse sin unir los labios por una prohibición presente y respetada.

Abrazos que conducen a más abrazos,
a mostrar deseos de más.



Una dedicatoria

Una sociedad en un día de luna llena, una navidad, un año nuevo y un día de santo.

Un libro de un par para un par. Una novela. Una bagatela.

Una dedicatoria con deseos de bienestar, buen hacer, más querer y mucho logro. En especial, mucho logro.

No dejes nada a la suerte. Sé tu mismo en todo. Será una buena inversión.


Lo haré

Caminaré al sol y al infinito.
Sentiré el paso de la vida
y la luz y el tiempo serán.
La meta sé, he de alcanzar.
Las hojas serán alfombra
el pasto verde todo un mar.

Con solo tu imagen en mi frente
eché mi espíritu a volar.
Llegaré porque soy fuerte
y porque es mi deseo el andar.

He sondeado mil peligros y continúo...
ni las espinas, las piedras o mentiras
han desviado mi entereza.
Lo haré cuando llegado a la cima
solo vea delante el cielo y la gloria y la paz
y de nuevo en ti halle la fuerza, la selva, la savia;
la vida, la miel, el hogar.

Lo haré,
cuando la senda áspera continúe por delante, cuesta arriba;
cuando el orgullo de mi obra y la obra de mi orgullo
sean la forja y el motivo, el camino y el destino,
sean la obra y el proceso;
la elección y el logro mío
de tenerte, de saberte, de entregarme, de tomarte.

Lo haré.
Tu: la luz, el camino y el sentido.


¿Y que día debemos celebrar?

El 24 que volviste a llamarme,
o el 18 que yo dije te quiero,
¿o el 12 que lo dijiste tu?

Acaso aquel 8 en que más nos divertimos
o ese primero cuando un poquito sufrimos;

o el 4 cuando te conocí,
o el 30 que tu naciste,
o todos los días del año
y todos los que piense en ti...



Que sí

Que sí, que sí,
que por favor,
que me estoy muriendo
por un beso de mi amor.

Es que no tienes idea...
de lo mucho que te quiero.



Ah,

Ah, llovía y era de noche.
Ah, corriendo en viernes por la ciudad
con todo ese tráfico ahí.
Ah, ¿y por solo entregarte unos chocolates?
Ah, pretextos, pretextos...

Al final, por un beso, todo lo valió.


De Cani

Aunque a veces, a veces,
no entiendo, no entiendo
el porqué del porqué y,
no me dices, me dices...

Aunque a veces, a veces,
no sepa que haces
o que sabes, o dices
o que pretendes hacer...

aunque a veces, a veces,
no sepa que pasa;
ya sabes, ya sabes,
me tienes allí.



Eras de colores

Cuando tuve tu rostro tan cerca,
el negro enmarcado por verdes y azules,
el rojo sonriendo en todo esplendor...



Esta noche talvez

Esta noche talvez la voy a besar.
Esta noche, talvez, la voy a besar.
Esta noche talvez; la voy a besar.
Esta noche: talvez la voy a besar.
Esta noche talvez: la voy a besar.
Esta noche, talvez: la voy a besar.
Esta noche talvez la voy a... besar.


Deseos

Yo quiero para mis hijos
una educación a partir de mi ejemplo,
que los haga hombres
profesionales en su actuación,
en servicio de los demás,
a las órdenes de Dios
y que alcancen la felicidad.
Que aspiren a la sabiduría
y a la superación en todos los campos
y que usen su libertad y su talento
para mejorar a su comunidad.



De pasadita

No dejes de portarte bien en conciencia. Se el que tu quieras ser. Busca la felicidad tuya de hoy en el largo plazo y la de los que te rodean en el largo plazo a partir de hoy.

Trasciende de hora en hora y cuando te des cuenta, habrás vivido, estarás contento y te rodearán los amigos verdaderos a los que llamarás familia, entre los cuales estarán tus nietos y tus sobrinos con sus hijos.



Hay besos

Con que hay besos queridos y besos permitidos...

Yo quiero que quieras mis besos
y quiero que quieras al que te los da;
y quiero que quieras querer muchos besos
y quiero querer que quisieras querer más.


Dioses...

Me esforcé en ser digno de una deidad, pero los dioses me vieron siempre chiquito, en mi perfecta realidad, y les fui indigno, y pasado el tiempo no pude estar a la altura de sus majestades.

Que importó la posibilidad de superarse. Que importó la voluntad. Son los resultados los que cuentan para ellos y si no son suficientes o de la dimensión requerida por ellos, te debes retirar para no ofenderlos.

Aprendí a observar en la distancia la grandeza de lo que quería mío y para lo que resultaba insuficiente.

Oh, visión de los dioses, que no aceptáis el todo entregado a cambio de vuestras bellezas. ¿Por qué habéis hecho al hombre tan poco que no pudiera nunca alcanzar la mínima expresión de dignidad para aspirar a vuestras diosas?

Que gran arrogancia la vuestra de mostrar la dimensión de la belleza interior e exterior a los mortales. Que tragedia la de los mortales que tuvieron la gloria a la vista, solo para saber en el tiempo de su incapacidad de conservarla.

Que egoístas sois, dioses del Olimpo.
Que os pudráis en el tiempo.
Que los hombres habremos de olvidaros al encontrar entre nosotros a la belleza interior del espíritu que nos habéis dado y que supera por tanto a lo que vosotros sois por la eternidad. La nada, comparada con la grandeza humana.


Dioses... bis

Y entonces apareciste tú.

Tenías el rostro más bello del mundo.
Tu figura graciosa compensaba la fatiga de cualquier mirar anterior.

El dorado de tu cara cuando la iluminaba el sol del atardecer resultaba radiante como el de una diosa de las mitologías de los dioses, de esas que inspiraron a los poetas griegos en sus ideas de la belleza perfecta.

Aunque tú eras humana. Y estabas allí solo para quien tú permitieras acercársete. Y me lo permitiste a mí, mortal inmerecido ante las deidades. Y me lo permitiste a mí, con todos mis muchos defectos.

Que egoístas sois, dioses.

Que os pudráis en el tiempo.


La envoltura y el encendido

Un estuche es un recipiente, un envoltorio.

El que te dieron a ti, resulta muy... atractivo.

Sirve para guardar tu corazón y tu mente y tu espíritu, que son cosas muy grades y poderosas que has aprendido a usar muy bien.

Y tú, parece que no te das cuenta.

Pero ¿es que habrá de veras un botón que deba picarse para accionar el entendimiento de la gente, de cuan grandes son... por dentro y por fuera?

¿Pero es que el tal botón estará tan escondido en las profundidades de la mente humana que no habrá forma de adelantar su uso?

¿Pero es que no habrá poder y conocimiento humano que pueda adelantar el momento mágico de accionar el tal botón en favor de sus semejantes?

¿Para que sirve un estuche tan bonito, si no se le encuentran los botones?



Half my kingdom

It was a Friday afternoon,
a rainy, dark and sad.
I came in late, I know,
and gone she was, how bad.
When on the way, I thought
a king had said: half my kingdom for a kiss,
and there I was, I felt the same…
just; all the crown, for half of one.

How can one act when tasted has
the deep and flavor of the other,
in the simple touch of lips
that smile…



Las regiones de tu cuerpo

Pues claro que se inició con una mirada centrada
y desde ojos que brillaban
y con el pretexto de un ‘adiós y hasta mañana’ como el de todos los días
que explotó en un abrazo porque la ocasión lo ameritaba.

Pero no fue un abrazo de ‘ya me voy’,
ni de navidad,
ni de festejo,
sino uno de esos abrazos que llevan ese ’no se que’ que con cobijo y salero y conmigo y con “toma...”
y sin una sola palabra
pero fue un abrazo...
que si fue abrazo y no abracito.

Y luego llegó ese día del gran abrazo,
el que fue de sofá;
que fue todo silencio, que inició de hermanarse juntando un hombro enfrente del otro,
que hizo contacto de mejillas izquierdas,
no un roce que pasaba: un calor de permanencia
que queda y que acompaña lo que sigue del abrazo.

y el segundo abrazo... fue un abrazo muy frontal.


Winter still ahead

A new year began
as the other went by:
it was all prepared… already!

It is the attitude that has to be.
It is the way we might have chosen
and we have add what it becomes:
a plentifully of silence.

But say, a colorful dream of heaven,
”how can one act when tasted has”
the very deep truth of a pair of eyes that
both express and then denies themselves
the inner peace for what is kept in silence.

Oh yes, oh yes, the silence
which calms, and furies,
and lets the stream of life
go well beyond itself.

And among us, you daughter of all wonders,
we have established a non discussed agreement:
you will love me
although you live with thoughts attend to others.

Now, let your eyes talk it all out.
Now, let them shout it in and out,
and tell me I am the one who’s wrong
and let me know
it’s me who’s lost,
at last.


Beso dado ni Dios lo quita

Te has molestado conmigo.
Has querido devolver mis besos.
Falsa; si ninguno te fue dado por la fuerza
y ninguno rechazaste al recibirlo.
Tienes todos mis besos donde quiera que los puse
en tus manos, en tus senos y sobre el corazón.

Tienes todos los besos de mi boca en tu boca
y se que los tienes todos porque yo personalmente te los di.

¿Que si me robé el primero?
Qué es robar si yo lo dí, ese primero y los demás,
y tú a ojos cerrados y con labios temblorosos
no luchaste por tu boca, no evitaste la conquista,
no intentaste rechazarlos
ni sentí jamás que defendieras tus mejillas.

Al contrario, te quedabas con ellos
y parecía que más querías
y mientras más besos te daba
más querías y tomabas y recibías.
¿Y ahora quieres devolverlos?

No faltaba más:
comienza.


Ayer estabas aquí

Ayer estabas aquí.
Antier yo no era nada.

En un sol y una luna
hiciste luz, diste paz,
mezclaste pasiones con miedo,
construiste con risa, con furia,
con ilusión de sueño que despierta.

Me hiciste chocar con la presencia
de aquellas verdades ajenas
que uno hace propias queriendo cumplir
con los ideales de otros, los más viejos.

En ese día de ayer fuiste pecado, perdón y amenaza,
encuentro y extravío de virtudes y ladridos;
mostraste y pediste
encanto, sabores, promesas batallas, idilio,
solemnidad, arrogancia, humildad y deseo.


Ayer estabas aquí.
Antier yo no era nada.

Hoy no existo; te fuiste.


Quizá vulgar

Esta era una mujer
en un cuerpo estupendo.

Tenía la altura ideal a mi tamaño
y con ello la altura suficiente
y las formas y equilibrios
adecuados que van desde arriba
haciendo juego con abajo.

Nunca habré de saber,
si ella se daba cuenta de ello,
pero atraía aún más con la mirada
que con esa suave caída de la forma en la silueta
y la evidente cadencia de su talle.

También tenía una edad muy imprecisa
y muy apetecible
en la que nada debería importarle,
ni a ella ni a mí ni a otros.

Ah, y el resto, unos ojos con mirada entre árabe y gitana
y gritona de un sí,
un date cuenta, estoy y quiero más estar contigo...
En ese ejercicio de mirarla
había ese algo aún más importante,
que era un revisar el talle que indicaba, con toda precisión,
en donde exactamente van las manos de un varón.

Que vulgar, que corriente soy, que poco caballero,
más lo mejor de todo aquello
era la actitud de “si quiero estar contigo... pero ahorita”
que nos hace tan felices a los hombres al poderle responder,
con un dejo de valiente:

Quizá.


Golden

Era del color del chocolate.
Su tono era oscuro marrón,
perfectamente parejo,
de un tono uniforme
contrastando con cualquier otro objeto vivo de la vida.

Su tono color de chocolate parecía delicioso.
Su tono era visible enteramente, totalmente.
Su tono parejo de pies a cabeza estaba presente
frente a cualquiera que la viera,
pues no la cubría nada.

Nada la cubría,
como a un chocolate al que le hubieran retirado la envoltura.

No llevaba nada encima y dejaba ver su color de chocolate.
De chocolate amargo, oscuro, profundo.

Era del color del chocolate amargo y era perfecta.
Era lo que un ser humado debiera ser en su figura.
Era lo que un cuerpo humano debiera ser con su sonrisa
impecable de dientes preciosos, limpios, parejos, brillantes.

Era una mujer alta, negra, bella, joven, sólida, alegre, sonriente
y desnuda.

Era un sueño oscuro que caminaba contenta por allí dejándose ver
todita así como la madre naturaza le hizo crecer.

No era una niña, que fortuna,
era ya una mujer legal de peso y de años.

Era una diosa celestial que le hacía honor
a todos los sueños de quienes creen
que las diosas pueden ser negras.

Era un bombón, un caramelo, una golosina, un regalito.
Una sorpresa, travesura, suerte, ocasión, oportunidad,
anhelo, sueño, deseo, locura, lujuria, encanto, ternura.

No llevaba nada en las manos.
Ni en los pies ni en las caderas ni al cuello.
Ni una cadenita, anillo, pulsera, tatuaje, marca. Nada.

Creo que solo unos zapatos.

Creo que todos la miraban con los mismos ojos que yo.

Creo que todos la dejaban pasar como pasa el aliento de la vida.

Material escolar

El material está a disposicón de los alumnos que lo requieran.

Bienvenidos!

Siéntase en la confianza de permanecer todo el tiempo que le sea propicio en esta área de la comunicación humana.